

“En una ciudad futurista, ENSLEY, una joven con prótesis en pierna y brazo que sufre
bullying, se balancea sobre la barandilla de un balcón. A punto de caer al vació, ve como
una chica más joven que ella hace exactamente lo mismo desde un piso cercano. ENSLEY
no puede eludir implicarse para evitar que la chica se tire y acude corriendo hasta
su piso. Allí conoce a los padres de una adolescente que sufría acoso, justo lo mismo
por lo que ella está pasando, y que trágicamente terminó en suicidio un año antes.”


ENSLEY
Es la protagonista de la historia, una joven adolescente de 15 años, estudiante
de segundo ciclo, con un carácter fuerte pero muy sensible, aficionada
al deporte y cuya obsesión es la danza. Pertenece a una familia de clase media
acomodada dedicada al mundo de la nanotecnología.
Un accidente con un vehículo sin conductor cuando cruzaba la calle le provocó
un traumatismo craneal y la posterior amputación del pie izquierdo y el brazo
derecho. Gracias a los avances en prótesis mecánicas consigue hacer una vida
prácticamente normal. Pero sufre de forma dramática cuando tiene que dejar de
bailar. Aún así lucha por superar las barreras físicas y sicológicas de su accidente
y mantiene su ilusión de volver a bailar.





FLOR
Era una adolescente de 11 años introvertida e imaginativa. Hija de inmigrantes
chinos de la zona de Sichuan. Nació en la ciudad de Bruma donde los padres
prosperaron con un pequeño negocio de módulos energéticos y productos de
importación.
Una infección del oído interno a los 9 años le provoco una importante pérdida auditiva
irreversible. Desde entonces su carácter cambio y su aislamiento social fue
cada vez más evidente. Ante las burlas y el acoso de los compañeros del colegio
por su discapacidad, FLOR entro en una dinámica depresiva. La infancia feliz se
vio truncada por la incomprensión y burla de algunos de los compañeros de clase
y su entorno.





